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Paola

La mejor arma para la salud: Enamorarse de la vida

Photo by Andrea Piacquadio on Pexels.com

Uno de los anhelos más grandes de la humanidad, es contar con buena salud. Una buena salud significa tener energía abundante para poder vivir la vida a plenitud y sentir entusiasmo por nuestros proyectos de vida.

La verdad es que el cuerpo fue diseñado de forma perfecta. Dios hizo un trabajo sublime, de perfección inentendible para nuestro pobre y primitivo entendimiento. Pero la verdad siempre sale a la luz, y espero que todos nos demos cuenta que nuestro cuerpo se repara a sí mismo y lo único que tenemos que hacer es darle los “materiales correctos” para regenerarse, como decía el maravilloso doctor Frank Suárez.

Los materiales correctos son precisamente los alimentos. Pero para sentir entusiasmo y tener las ganas y determinación de comer las cosas correctas, se necesita en mi opinión, tener un amor profundo por la vida y el deseo de conocimiento de uno mismo.

Cuando sentimos apatía por la vida, cuando creemos que nuestro cuerpo es “ajeno” a nosotros y no entendemos lo que “pasa por dentro”, caemos víctimas de industrias mafiosas que se aprovechan de la ignorancia y la facilidad de manipulación de las personas para hacer sus negocios redondos. Persona sana= Cliente perdido. Persona enferma=Cliente de por vida. No necesito explicar más.

Tener entusiasmo por la vida, sentir que nuestro cuerpo es perfecto tal y como es, nos motiva a buscar opciones más acordes con nuestra naturaleza para poder mantenernos sanos y vigorosos. Si realmente amas tu cuerpo, vas a buscar incansablemente el alimento y los hábitos que lo hagan mantenerse de forma óptima. Vas consumir menos o eliminar totalmente comidas chatarra como los panes, cereales procesados, azúcares procesados, pastas, la coca-cola… y vas a optar por más proteínas sanas, magnesio, potasio y colesteroles sanos.

Cuando amas tu cuerpo vas a cuidarlo bien, y vas a evitar caer en excesos. Vas a procurar no sobre-estresarlo, ni excitar el sistema nervioso de tal manera que cause un estrés irremediable. 

Recuerda que no hay nada ni nadie por encima de tu salud. Ningún trabajo, ninguna persona, ninguna circunstancia tiene más peso o valor que la salud, que es la vida misma. Yo como madre de dos pequeños sé que es difícil darse prioridad, piensas que primero es la salud de tus hijos antes que tu propia salud, por ejemplo. Es verdad que amamos a nuestros hijos por sobre todas las cosas, pero si te descuidas, caes en enfermedad y una mamá enferma no va a dar el mismo desempeño y atención a sus hijos que una mamá sana, vital y tranquila.

La vida es movimiento, un cuerpo sano se mueve con energía. Una vida sedentaria, sin mucha actividad es muy parecido a la muerte. Cuando estás enamorado de la vida, quieres vivirla a plenitud, hacer muchas cosas, conocer las verdades del mundo, viajar, experimentar… la curiosidad no tiene límites.

Una de las capacidades más increíbles que tenemos los humanos es justamente la capacidad de convertir energía en vida, en movimiento. Cuando cumplimos nuestras metas, estamos materializando nuestro amor y entusiasmo por la vida, convirtiendo esa energía mental en algo tangible.

Por eso es tan importante mantenerse en un estado de alta vibración positiva lo más posible: El que vibra alto y positivamente construye una realidad acorde con esa energía- construyes tus sueños, logras tus metas, te sientes en paz y en armonía con el mundo.

Cuando piensas negativo, toda esa frecuencia pesada de la negatividad te hunde y te bloquea- la energía se bloquea, flota densa y entonces se materializa en problemas, falta de salud, falta de motivación, flojera, desgane.

Reflexionemos un poco. Enamorémonos de la vida.  El mundo no es una escuela fácil y está llena de trampas, de falsas ilusiones. Pero el amor es la mejor guía. El amor nos conduce a la verdad… y la verdad siempre triunfa.

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